El quid de la cuestión es pensar el tema en el marco de la Krisis, ganar en objetividad superando generalidades, voluntarismo o recursos a la fe.
Luego de dos décadas de crecimiento con altibajos pero crecimiento al fin, parecía que con la transición democrática, bastaba con soñar e invocar para mantener un cierto optimismo sobre las posibilidades de desarrollo. Hoy al término de esta década quizás perdida de transición el panorama es otro, los desafíos son más evidentes y requieren de mayor claridad conceptual, estratégica y operativa.