Estos fueron años difíciles, los peores de la transición. Se dio en este periodo una involución en lo político, cultural y social y eso afecta el estado de ánimo, el modo de percibir el futuro. Los principales responsables de esta situación son los políticos, hoy día invocados como una “peste” muy presente en el escenario nacional. También es cierto que parte de la población apostó al proyecto autoritario y mesiánico del oviedismo.